sábado, 12 de diciembre de 2009

MANIFIESTO ECOSOCIALISTA




Por: Michael Lowly y Joel Kovel


El siglo XXI se inicia en un tono catastrófico, con un grado sin precedentes de deterioro ambiental y de "orden" mundial caótico, asediado por el terror y por focos de guerra de baja intensidad (desintegradora) que se extienden como gangrena a través de amplios segmentos del planeta -África Central, Medio Oriente y noroeste de América del Sur- y reverberan en todas las naciones.

La crisis de la ecología y el derrumbe social están profundamente interrelacionados y deben ser vistos como manifestaciones distintas de unas mismas fuerzas estructurales. En términos generales, lo primero es el resultado de la industrialización rampante que desborda la capacidad de la Tierra para amortiguar y contener la desestabilización ecológica. Lo segundo se deriva de la forma de imperialismo conocida como globalización, con sus efectos desintegradores sobre las sociedades que encuentra a su paso. Más aun, estas fuerzas subyacentes son, en esencia, aspectos diferentes de un mismo impulso, que debe ser identificado como el factor dinámico central que mueve a la totalidad: la expansión del sistema capitalista mundial.

Rechazamos todos los eufemismos o el amortiguamiento propagandístico de la brutalidad de este régimen: todo intento de teñir de verde sus costos ecológicos, toda mistificación de los costos humanos bajo los nombres de democracia y derechos humanos. Insistimos, por el contrario, en la necesidad de encarar al capital en la perspectiva de lo que realmente ha hecho.

En lo que se refiere a la naturaleza y su equilibrio ecológico, este régimen, con su imperativo de constante expansión de la rentabilidad, expone los ecosistemas a contaminantes desestabilizadores; fragmenta hábitats que han evolucionado durante millones de años para permitir el florecimiento de organismos; agota los recursos y reduce la sensual vitalidad de la naturaleza al frío intercambio que requiere la acumulación de capital.

Desde el lado de la humanidad, con sus demandas de autodeterminación, comunidad y una existencia plena de sentido, el capital reduce a la mayoría de la población del mundo a mero reservorio de fuerza de trabajo, mientras descarta a muchos de los restantes como molestias inútiles. Ha invadido y erosionado la integridad de las comunidades a través de su cultura de masas global de consumismo y despolitización. Ha expandido las disparidades en riqueza y poder hasta niveles sin precedente en la historia de la humanidad. Ha trabajado en estrecha asociación con una red de estados serviles y corruptos, cuyas élites locales llevan a cabo la labor de represión y liberan al centro del oprobio de la misma. Y ha puesto en marcha una red de organizaciones transnacionales bajo la supervisión general de las potencias occidentales y de la superpotencia de Estados Unidos, para minar la autoridad de la periferia y atarla al endeudamiento, mientras mantiene un enorme aparato militar para garantizar el acuerdo con el centro capitalista.

El actual sistema capitalista no puede regular, ni mucho menos superar, las crisis que ha desatado. No puede resolver la crisis ecológica, porque esto demandaría poner límites a la acumulación -una opción inaceptable para un sistema promovido a partir de la máxima de ¡crece o perece! Y no puede resolver la crisis planteada por el terror y otras formas de rebelión violenta porque para hacerlo tendría que abandonar la lógica imperial, lo que impondría límites inaceptables al crecimiento y a todo el modo de vida sostenido por el ejercicio del poder imperial. Su única opción es acudir al recurso de la fuerza bruta, incrementando así la alineación y sembrando las semillas del terrorismo... y del contraterrorismo ulterior, evolucionando hacia una variante nueva y maligna de fascismo. En suma, el sistema capitalista mundial está en una bancarrota histórica. Se ha convertido en un imperio incapaz de adaptarse, cuyo gigantismo termina por dejar al descubierto su debilidad interna. En términos ecológicos es profundamente insostenible y debe ser cambiado de manera fundamental -mejor aun, reemplazado- si ha de existir un futuro digno de ser vivido.

De este modo, estamos nuevamente ante la clara disyuntiva planteada una vez por Rosa Luxemburgo: ¡socialismo o barbarie!. Y en esta ocasión, el rostro de la barbarie refleja la marca del siglo que empieza, y asume el semblante de la ecocatástrofe, el terror y el contraterror, y su degeneración fascista.

Sin embargo, ¿por qué el socialismo, por qué revivir esta palabra en apariencia destinada al basurero de la historia debido a los fracasos de sus interpretaciones en el siglo XX? Sólo por una razón: por muy golpeada y pendiente de realización efectiva que esté, la noción de socialismo sigue expresando la superación del capital. Si éste debe ser superado, tarea que ahora se torna urgente para la supervivencia de la civilización misma, el resultado será por fuerza socialista, porque tal es el término que designa el avance hacia una sociedad poscapitalista. Si decimos que el capital es radicalmente insostenible y se fragmenta en la barbarie que acabamos de describir, entonces decimos también que es necesario construir un socialismo capaz de superar las crisis que el capital ha venido desatando. Y si los socialismos del pasado no pudieron lograr eso, y si escogemos no someternos a un destino bárbaro, entonces nuestra obligación es luchar por otro que sea capaz de triunfar. Y del mismo modo que la barbarie ha cambiado de un modo que refleja el siglo transcurrido desde que Luxemburgo expresara su esperanzadora alternativa, el nombre y la realidad de socialismo deben ser los que requiere nuestro tiempo.

Por esas razones llamamos ecosocialismo a nuestra interpretación del socialismo y hemos decidido dedicarnos a su realización. Vemos el ecosocialismo no como la negación sino como la realización de los socialismos de primera época del siglo XX, en el contexto de la crisis ecológica. Como aquéllos, éste se construye a partir de la percepción del capital como trabajo objetivado, y se asienta en el libre desarrollo de todos los productores o, para decirlo de otra manera, en el fin de la separación de los productores respecto de los medios de producción. Entendemos que este objetivo no pudo ser realizado por los socialismos de primera época por razones que, si bien resultan demasiado complejas para ser abordadas aquí, pueden resumirse en los diversos efectos del subdesarrollo en un contexto dominado por la hostilidad de los poderes capitalistas. Esta coyuntura tuvo numerosos efectos nocivos en los socialismos realmente existentes, principalmente en lo relativo a la negación de la democracia interna mediante la emulación del productivismo capitalista, y terminó por conducir al colapso de esas sociedades y a la ruina de sus entornos naturales.

El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipadores del socialismo de la primera época y rechaza tanto las metas reformistas -atenuadas- de la socialdemocracia, como las estructuras productivistas de las variantes burocráticas del socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco de referencia ecológico. Lo hace de manera específica en lo relativo a los límites del crecimiento esenciales para la sostenibilidad de la sociedad, los cuales no son adoptados, sin embargo, en el sentido de imponer escasez, mala calidad de vida y represión. El objetivo, por el contrario, consiste en una transformación de las necesidades y un cambio profundo hacia la dimensión cualitativa, alejándose de la cuantitativa. Desde el punto de vista de la producción de mercancías, esto se traduce en una valorización de los valores de uso sobre los valores de cambio -un proyecto de vasto significado, asentado en la actividad económica inmediata.

La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede proporcionar la base para superar la crisis actual. Una sociedad de productores libremente asociados no se detiene en su propia democratización. Por el contrario, debe insistir en la liberación de todos los seres, como sostén y como su objetivo. De este modo, supera el impulso imperialista tanto en lo objetivo como en lo subjetivo. Al alcanzar esa meta, lucha por superar todas las formas de dominación, incluyendo de manera especial las de género y raza. Y supera las condiciones que dan origen a las distorsiones fundamentalistas y sus manifestaciones terroristas.

Nadie puede leer estas ideas sin pensar, primero, en cuántos problemas prácticos y teóricos pueden surgir de ellas. Y, enseguida y de manera descorazonadora, en lo lejanas que están con respecto a la configuración presente del mundo, tanto en lo que hace a sus instituciones como en cuanto a las formas en que está presente en la conciencia. Nuestro proyecto no consiste ni en delinear cada paso de esta vía ni en ceder ante el adversario debido al carácter abrumador del poder que ostenta, sino en desarrollar la lógica de una transformación suficiente y necesaria del orden actual y en empezar a desarrollar las etapas intermedias en dirección a este objetivo. Hacemos esto con el propósito de pensar con mayor profundidad en estas posibilidades y, al propio tiempo, empezar el trabajo de diseño en conjunto con quienes comparten estas preocupaciones.

Lamento al Mar (21/11)


Como para no rasgarse las vestiduras... me eriza la piel leer las noticias sobre el estado de nuestro medio ambiente. Me quedo sin palabras. Me gusta ser positiva, no hay nada más lindo que las palabras de esperanza. Pero ¿qué puedo hacer? hoy me siento de luto.
Hay una canción preciosa de Serrat que me recuerda mucho a esta situación. Les dejo el link del video http://www.youtube.com/watch?v=ZRD7DpYbDIA y aquí mismo pongo la traducción de la letra. Al final les dejo una pequeña noticia, pan para su matate...

PLANY AL MAR (LAMENTO AL MAR)

Cuna de vida, camino de sueños, puente de culturas
¿Ay, quién lo diría? que ha sido el mar
Mirad, lo habeis convertido en una alcantarilla
Miradlo ir y venir sin parar
Parece mentira que de su vientre se hiciera la vida
¿Ay, quién lo diría sin rubor?
Miradlo hecho una alcantarilla… Herido de muerte

De la manera que lo devalijan y lo envenenan
Ay, ¿quién diría que nos da el pan?
Miradlo hecho una alcantarilla
Miradlo ir y venir sin parar
¿Dónde estan los sabios y los poderosos que se llaman a si mismos… ay, quién lo diria… conservadores?
Miradlo hecho una alcantarilla
Herido de muerte
Cuánta abundacia, cuánta belleza, cuánta energia
¿Ay, quien lo diría? estropeada
Por ignorancia, por imprudencia, por inconsciencia y por mala leche
Yo que quería que me enterrasen entre la playa… (¿ay, quién lo diría?)... y el firmamento
Y seremos nosotros… (¿ay, quién lo diría?)… los que te enterraremos.




Los océanos del mundo están en peligro extremo
Fuente: Julia Whitty | RedVoltaire

Este tema aterrador muestra cómo el capitalismo rapaz, con la ayuda de la pesca de arrastre, destruye la vida en el mar, lo contamina con mercurio y, de paso, derrite los glaciares del Ártico y cambia el clima, sin que nadie frene esta devastación. Bajo el título El Destino del Océano (The Fate of the Ocean) el tema fue abordado por Julia Whitty en 12 páginas de la prestigiada revista bimestral Mother Jones, una de las escasas publicaciones alternativa a los monopolios de la gran prensa estadounidense.

Los problemas oceánicos encontrados antes a escala son ahora pandémicos. Los datos de la oceanografía, la biología marina, meteorología, ciencia de la pesquería y glaciología revelan que los mares están cambiando de manera ominosa. Un vórtice de causa y efecto forjado por los dilemas medioambientales globales está cambiando el océano desde un horizonte acuoso con variados problemas regionales a un sistema global en alarmante aflicción.

Según los oceanógrafos existe un solo océano, con sus corrientes uniéndose en los mares y regulando el clima. La temperatura del mar y su química cambia al ritmo de la contaminación y las prácticas temerarias de pesca, entrelazándose para poner en peligro la fuente común de vida más grande del mundo.

Calentamiento por invernadero

En 2005, los investigadores del Scripps Institution of Oceanography y del Lawrence Livermore National Laboratory encontraron evidencia clara de que el océano está calentándose rápidamente. Descubrieron que hasta media milla desde la cima el océano se ha calentado dramáticamente en los últimos cuarenta años como resultado de la inducción de los gases del invernadero humano.

Una manifestación de este calentamiento es la fusión del Ártico. Una alta proporción de hielo recogiéndose para convertirse en agua está deteniendo su propia regeneración, acelerando un aumento de la superficie del agua que promete más calentamiento y fusión de hielos. Con el aumento de las aguas polares en los mares más frescos y tropicales más salados, el ciclo de evaporación y precipitación se vuelve más rápido, vigorizando aún más el efecto invernadero. Las corrientes del océano reaccionan a este refrescamiento causando un desplazamiento crítico que cada tres años desde 1957está llevando lentamente las aguas superiores calientes a las latitudes norteñas de Europa, alentando el miedo a un cambio cerrado y cataclísmico del clima. Esta aceleración del ciclo de causa y efecto se hará difícil de invertir, si no imposible.

La basura atmosférica también está alterando la química del mar, así como miles de compuestos tóxicos de propagación devastadora que envenenan a las criaturas marinas. El océano ha absorbido un estimado de 118 mil millones de toneladas métricas de anhídrido carbónico desde el ataque de la Revolución Industrial, con 20 a 25 toneladas que se agregan diariamente a la atmósfera.

La acidez en aumento de los niveles crecientes de CO2 está cambiando el equilibrio del PH del océano. Los estudios indican que las conchas y esqueletos de moluscos y plancton que contribuyeron a construir todo el arrecife de coral se disolverían en 48 horas de exposición a la acidez esperada del océano para 2050. Los arrecifes de coral ciertamente casi desaparecerán y, lo aún más aprensivo, tal legado afectará al plancton. El phyto plancton absorbe los gases del invernáculo, fabrica oxígeno y es el productor primario del tejido de la red de alimentos del mar.

La polución de mercurio ingresa en el tejido de los alimentos por la vía del carbón y de los residuos de la industria química, se oxida en la atmósfera y se establece en el fondo del mar. Allí es consumido, mientras se entrega mercurio a cada eslabón subsecuente de la cadena alimentaria. Hasta los predadores como el atún o las ballenas transportan niveles de mercurio tan altos como un millón de veces más que las aguas que los rodean. El Golfo de México tiene los niveles más altos de mercurio jamás registrados, con un promedio equivalente a diez toneladas de mercurio que bajan cada año a la vida por el Río Mississippi y otra tonelada agregada por las perforaciones costeras.

Agujeros negros del océano

Junto con el mercurio, el Mississippi entrega nitrógeno (a menudo de los fertilizantes). El nitrógeno estimula en el agua el crecimiento bacteriano y de plantas que consumen oxígeno, creando una condición conocida como hypoxia, o zonas muertas. Las zonas muertas aparecen dondequiera que el oxígeno oceánico se empobrece por debajo del nivel requerido para sostener la vida marina. Una porción importante del Golfo de México, que en 2001 medía casi 13.000 kilómetros cuadrados, se ha convertido en zona muerta, el área más grande en EEUU y la segunda más grande en el planeta. No es ninguna coincidencia que prácticamente todas las casi 150 zonas muertas conocidas en la Tierra están en la desembocadura de los ríos y casi 50 ulceran las costas de EEUU. Mientras la mayoría fue causada por el nitrógeno llevado por los ríos, las instalaciones de combustible fósil ardiendo ayudan a crear esta condición, como lo hacen el fosforoso alcantarillado humano y las emisiones de nitrógeno de la descarga de los automóviles.

Entretanto, desde su nivel más alto en 2000, la captura global de peces silvestres ha iniciado un marcado declive, a pesar del progreso en las tecnologías marineras y la pesca intensificada. La llamada eficacia en la pesca ha estimulado estragos inauditos en la vida marina. Calculando que en una sola línea de flota de barcos en sesenta o más millas de océano, si cada uno ceba unos 10.000 anzuelos captura por lo menos un 25% de peces no deseados. Con un estimado de 2 mil millones de anzuelos instalados cada año, se tiran al océano como 43 mil millones de kilos anuales de vida muerta o peces muriéndose.

Adicionalmente, los pesqueros de arrastre cada dos años dragan cada centímetro cuadrado neto de las plataformas continentales. Pescando en el suelo del mar con una verdadera excavadora o bulldozer, las rastras nivelan cada año una área 150 veces mayor que todos los claros del bosque y destruyen los ecosistemas del fondo del mar. La acuacultura tampoco es buena: cada kilo de salmón cultivado devora como alimento más de tres kilos de peces salvajes capturados. Un estudio difundido en 2003 por la Universidad Dalhousie de Nova Scotia, basado en datos fechados desde los años cincuenta, concluyó que tras cinco décadas de tal asalto en cualquier parte en el océano sólo sobrevive el 10% de todos los grandes peces de altura (atún, albacora/pez espada) y peces de costa (bacalao, merluza, lenguado).

También están amenazadas otras guarderías del mar. En los últimos diez años ha desaparecido el 10% de la cama de hierba marina, privando así a los peces juveniles, manatíes y tortugas de mar de sus hábitats ya críticos. Las camas de algas marinas también mueren en proporciones alarmantes.


Mientras continúa la vorágine del ataque humano en los mares, la ciencia en ningún momento de su historia ha enseñado más que hoy sobre cómo trabajan los sistemas que sostienen la vida sobre la tierra. Si no se revierte rápidamente el fracaso humano en el gobierno del dominio público más grande del mundo, ciertamente el océano alcanzará pronto un punto de no retorno.

Comentario
Después de conocido el informe de Pew Oceans Commission, los grandes medios de comunicación de EEUU, más notablemente el Washington Post y la National Public Radio, en 2003 y 2004 cubrieron varias historias que abordan las amenazas inminentes al océano, las recomendaciones para su protección y la respuesta del Presidente Bush. Sin embargo, el tratamiento de los grandes medios de comunicación de la aceleración colectiva del perjuicio al océano y la polinización cruzada del daño estuvo largamente a cargo de Julia Whitty.

En abril de 2006, el Time Magazine presentó un artículo en profundidad sobre la tierra en “punto crítico", describiendo al planeta como un organismo hecho trabajar en exceso que lucha contra las consecuencias del cambio del clima global en la orilla y en el mar. En su artículo en Mother Jones, Whitty presentó una mirada a la enfermedad global examinando directamente al océano como el sistema circulatorio, respiratorio y reproductor de la tierra.

Continuando con “Los Últimos Días del Océano”, Mother Jones produjo además el sitio web "Ocean Voyager” (Viajero del Océano), una innovadora cyber-aventura que incluye videos, entrevistas en audio con protagonistas clave, cámaras web y vínculos a páginas informativas de Internet creadas por más de veinte organizaciones. El sitio es una gira por varias manchas de problemas del océano alrededor del mundo que resalta las soluciones y hace pensar en acciones que podrían tomarse para ayudar a hacer algo diferente.

Esta historia está sintonizada con los nuevos desarrollos. Científicos están publicando actualmente una proporción sin precedentes de observaciones –no sólo predicciones– sobre los rápidos cambios del océano en nuestro planeta. Primero y principal, el 2005 resultó ser el año más caluroso registrado. Esto refuerza otros datos que muestran que la tierra está más caliente que nunca en los últimos 400 años y posiblemente en los últimos 2.000 años. Un estudio emitido por el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica indica que las temperaturas del océano halladas en el Atlántico Norte tropical en 2005 son casi dos grados Fahrenheit más altas que el rango normal anterior. Esto resultó ser el catalizador predominante para los monstruosos huracanes de la temporada 2005, la estación más violenta nunca vista.

Las noticias del hielo polar no son nada buenas. Los estudios científicos (2002/2006) de la alianza NASA/Universidad de Kansas revelan que los glaciares de Groenlandia están desplazándose hacia el mar y están fundiéndose dos veces más rápido que hace diez años. Esto pone en peligro el equilibrio crítico del Atlántico Norte meridional volcando la circulación que sostiene nuestra estabilidad en el clima. Entretanto, en marzo, el Estudio Antárticos Británico anunció su hallazgo de que “la rúbrica del recalentamiento global” del Antártico es tres veces más grande que la que estuvimos observando en otras partes de la Tierra –la primera prueba a gran escala del cambio de clima a través del continente sur.

Desde que se publicó "The Fate of the Ocean“ (El Destino del Océano) en la revista Mother Jones, es evidente que también ha surgido la politización de la ciencia en la guerra del clima global. En enero de 2006, uno de los científicos de clima más relevantes de la NASA, James Hansen, acusó a la agencia de intentar censurar su trabajo. Cuatro meses después, las imputaciones de Hansen tuvieron eco entre los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, así como en un científico del Estudio Geológico de EEUU que trabaja en un laboratorio de NOAA, quien denunció que su trabajo sobre el cambio del clima global estuvo censurándose en su departamento, como parte de una política de intimidación anti-ciencia de la administración Bush.

Los problemas de la fauna del océano también están realizando una escalada. En 2005, biólogos del Servicio de Manejo de Minerales de EEUU encontraron osos polares ahogados aguas afuera de Alaska, claramente victimados por la desaparición del hielo. En 2006, investigadores del Centro de Estudios de Ciencias Geológicas para Alaska de EEUU encontraron osos polares matándose y comiéndose en áreas del mar en que ese año no se formaron hielos, dejando a los osos privados de comida. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales revisó su Lista Roja para el oso polar, cambiándole la clasificación de "conservación dependiente" a "vulnerable". En febrero, el Servicio de la Fauna y el Pez de EEUU anunció que empezaría a considerar si los osos polares necesitan protección bajo la Ley de Especies en Peligro.

Desde que apareció mi artículo, los líderes de dos influyentes comisiones –la Comisión Banco del Océano y la Comisión de Políticas en el Océano– criticaron al Congreso de EEUU, a la administración Bush y a los gobernadores de los estados por no moverse lo suficientemente rápido para restaurar la salud de los océanos de nuestra nación.

La mayoría de estas historias permanece fuera de la vista, sumergidas en el remanso de los periódicos científicos. El resto de los grandes medios de comunicación resulta incapaz de discernir lo bueno y lo malo de la ciencia y da el mismo crédito a ambos, sin definirse. La historia de nuestro declinante mundo oceánico y de nuestro propio futuro transcurre más allá del conocimiento público, sin alterar conductas o metas y marcada por la falta de previsión.



Julia Whitty
Julia Whitty es autora de A Tortoise for the Queen of Tonga (Una Tortuga para la Reina de Tonga) que resultó finalista en el premio PEN/Hemingway. Obtuvo los galardones O. Henry Award y Rona Jeffe Foundations Writers Award y actualmente termina un libro sobre los arrecifes del coral. Otros artículos suyos publicados en Mother Jones se titulan All the Disapperaing Islands (Todas las Islas Desapareciendo, Julio/Agosto 2003) y Smuggling Hope (Contrabandeando Esperanza, Marzo/Abril 2004). El artículo original Destino del Océano aparece en inglés en: http://www.motherjones.com/

Traducción de Ernesto Carmona.

Altruismo Exprés (escrito el 18/11)

Montones de veces me han llegado ya invitaciones para el evento de que "Mc apoya al lago" y no sé qué charadas más. Me llama mucho la atención que según observé, tengan oculta la lista de la gente que no va a llegar (como marqué yo) y que no se me haya permitido publicar en el muro. Censura pura y dura.
No es por ofender, sé que muchos de mis amigos y conocidos pensarán que están ayudando al lago comprando su menú, pero creo que es necesario ver un poco más allá de las apariencias y cuestionar los intereses que están moviendo a esta compañía.

Sinceramente creo que es una farsa. A McDonald's y todas las demás transnacionales no dan 10 len por el planeta, porque su mismo fundamento implica expandir sus mercados y aumentar las ganancias, cueste lo que cueste. ¡Es la base del capitalismo! Obviamente en este caso Mc está intentando mejorar su imagen de marca y aumentar las ventas. Todo es una estrategia de mercadeo. Noté que la campaña va a estar en sólo 54 de los 73 restaurantes del país. Me pregunto cómo hará el consumidor para saber a simple vista si el lugar donde llega a comer es un establecimiento participante. Yo vivo cerca de un McDonald's y no he visto ningún rótulo ni algo semejante.
En cuanto a la cantidad que van a donar, seamos sinceros: es un pinche quetzal de un menú que vale, estimo yo, alrededor de Q.20. ¡¡Ni la vigésima parte de lo que van a ganar!! Es un negocio redondo para ellos pirque además van a poder restarse esa "donación" de los impuestos.

Hay que pensar un poco: por el quetzal que estos señores dicen que van a donar, hay un impacto ambiental inconmensurable. ¿Quién, por mucho que pague, puede producir agua o comprar aire?

No sé si reírme o llorar ante tanta hipocresía. Pretenden hacer algo para ayudar al planeta durante unas semanas, pero llevan años destruyéndo selvas en muchos lugares del mundo (la Amazonia, entre otras) para sembrar pastos y cereales con los que engordar a las pobres reses, cerdos y pollos que matan y venden en sus menús. Y de otro modo ¿a cuántas personas hambrientas hubieran salvado esos cereales?

¿Qué hay de la basura? ¡Sirven absolutamente todo en platos deshechables! Y muchos empaques ni siquiera pueden reciclarse. Y los que sí se podrían: ¿alguien ha visto separación de basura en McDonald's? Si lo hacen avísenme, porque hasta donde yo sé no reciclan. TODOS estos imperios de la comida rápida son un desastre para el planeta y la salud.

SEAMOS CONSUMIDORES INTELIGENTES,

MARÍA.


PD: Para finalizar, pongo unos datos, junto con la fuente de donde los obtuve, para que no digan que son casacas eco-vegetarianas mías:

1. EFE via Yahoo Noticias: Según varios estudios científicos, las carnes procesadas -en las que también se incluyen el beicon (jamón) y las salchichas, entre otros- aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de colon, por lo que el Fondo Mundial para la Investigación sobre el Cáncer (WCRF en sus siglas en inglés) ha exhortado a los padres del Reino Unido a que las saquen del menú diario de sus hijos.
Los científicos calculan que en torno a 3.700 casos de este tipo de cáncer podrían prevenirse al año si cada británico comiera 70 gramos menos de carne procesada a la semana, lo que equivale a tres lonchas de beicon, según informa hoy la agencia local de noticias PA.

2.Según Informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), año 2006:
-El sector ganadero genera más gases de efecto invernadero: un 18% más de CO2 que el sector del transporte. También es una de las principales causas del calentamiento del planeta, la degradación de las tierras, la contaminación atmosférica y del agua, y la pérdida de biodiversidad.
Los autores del informe sumaron las emisiones producidas a lo largo de la cadena de productos cárnicos, desde la producción de piensos (que incluye la producción de fertilizantes químicos, la deforestación para producir forrajes y abrir pastizales, etc.), pasando por la producción animal (que incluye las emisiones de la fermentación y de óxido nitroso del estiércol), hasta el CO2 liberado durante la elaboración y el transporte de los productos animales.
El resultado es que el sector ganadero es responsable del 9% del CO2 procedente de las actividades humanas, pero produce un porcentaje mucho más elevado de los gases de efecto invernadero más perjudiciales. Genera el 65% del oxido nitroso de origen humano, que tiene 296 veces más Potencial de Calentamiento Global que el CO2. La mayor parte de este gas procede del estiércol. Y también es responsable del 37% de todo el metano producido por la actividad humana (23 veces más perjudicial que el CO2), que se origina en su mayor parte en el sistema digestivo de los rumiantes, y del 64% del amoniaco, que contribuye de forma significativa a la lluvia ácida.
- La ganadería utiliza hoy en día el 30% de la superficie terrestre del planeta, que en su mayor parte son pastizales, pero que ocupa también un 33% de toda la superficie cultivable, destinada a producir forraje. La tala de bosques para crear pastos es una de las principales causas de la deforestación, en especial en Latinoamérica, donde el 70% de los bosques que han desaparecido en el Amazonas se han destinado a pastizales. Cerca del 70% de las tierras de pastoreo en las zonas áridas están degradadas, a causa del exceso de pastoreo, la compactación de la tierra y la erosión causadas por el ganado, y lo mismo sucede con 20% de los pastizales de rebaños.
-El ganado contribuye 10 veces más a la contaminación del agua en comparación con la contaminación del hombre y 3 veces más que la contaminación de la industria del aceite, carbón, acero y manufacturas combinada.
-La producción de ganado utiliza el 8% del agua que consume el hombre principalmente a través del riego de los cultivos forrajeros. Si bien no existen cifras mundiales, se estima que en los Estados Unidos el ganado y la producción agrícola de forrajes consumen el 37% de los plaguicidas, el 50% de los antibióticos y producen una tercera parte del nitrógeno y el fósforo que contaminan el agua. El sector genera también casi 2/3 partes del amoniaco que contribuye considerablemente a la lluvia ácida y a la acidificación de los ecosistemas.
-El ganado constituye un 20% del total de la biomasa animal terrestre, y la superficie que ocupa hoy en día, antes era hábitat de especies silvestres. En 306 de las 825 ecorregiones clasificadas por el Fondo Mundial para la Naturaleza, el ganado se considera actualmente una "amenaza", a la vez que 23 de las 35 "zonas mundiales de gran concentración de la biodiversidad" de la lista de Conservation International -caracterizadas por una grave pérdida de hábitats- resienten los efectos de la producción ganadera.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Credo Panteísta

La siguiente es una traducción que hice del portugués(espero que sea lo suficientemente buena, pues no encontré ninguna versión "oficial" en inglés ni en español), del poema "Credo Panteísta" de Esmeraldo Siqueira. Lo encuentro apabullantemente hermoso.

Credo panteísta

Creo en ti, Natureza, eres mi culto.
Creo, sin ritos místicos y altares.
En el esplendor extenso de los mares,
Donde asoma la grandeza de tu rostro.

Creo en tu fuerza, y temo, y me regocijo,
Viendo, a través de lentos avatares,
La gradación de formas singulares,
Hasta la maravilla del hombre culto.

Creo en tus florestas, en tus cumbres,
En la poesía de los ríos y las fuentes,
En la belleza de la tierra florecida.

Creo en las lindas noches estrelladas,
En el refugio de las blancas alboradas,
En la sinfonía universal de vida.

Dándole vueltas al asunto...


Seas quien fueres, esto es para tí. Esto es para todos los que puedan leerme.

No quiero prolongarme más de la cuenta en el asunto, pero necesito compartirles algo que considero de suma importancia para todos.
Hoy asistí a un panel sobre cambio climático en Flacso, que puso muchas cosas en mi cabeza y me ha hecho cuestionarme en otras tantas.

Creo que para ninguno de nosotros el cambio climático es un tema nuevo: cualquiera con dos dedos de frente puede ver cómo está lloviendo fuera de temporada, cómo las jacarandas y los matilisguates florecen mucho antes de Semana Santa, cómo nos vemos afectados por sucesiones de ondas frías y sequías nunca imaginadas, cómo el clima es cada vez más impredecible.
Pronto viene la reunión en Copenhague. Probablemente ahí se determine el destino de todo el planeta. Confieso: quiero ser optimista. Quiero tener esperanza en que esta vez se hará algo. Pero es difícil viendo cómo fracasó Roma, Rio de Janeiro, Kioto, Johannesburgo…
Sí, me frustra en grado sumo que los intereses de unos pocos nos jodan al resto. Pero ese no es el caso ahora.
También me llama la atención (entre otros temas que se mencionaron en el foro) cómo últimamente los ojos de todos nosotros están puestos en Atitlán: ese lago que parecía sagrado e intocable, nuestra “maravilla mundial”, nuestra “gallina de los huevos de oro” se está muriendo. Lo peor es que no podemos culpar a nadie más que a nuestra propia negligencia, y no cambiamos nada uniéndonos a grupos de Facebook.
El tema de Atitlán ha brotado como pus en una llaga. Es sólo síntoma de una infección muy profunda. Estamos matando a la Madre Tierra, la vendemos a cambio de espejitos de colores.

Recuerdo que escuché decir a algunos representantes del MARN que estábamos trabajando, que había avances. ¿Cuáles? El hecho que se mencione el tema más a menudo no indica un progreso.
Compañeros, hemos avanzado en palabras pero no en acciones.
He ido a foros, he leído montañas de documentos y he hablado con infinidad de personas. En todos lados se menciona lo defectuoso de nuestra ley, la poca institucionalidad, lo avaricioso de la oligarquía… en fin, el triste papel que desempeñan los poderes que nos rigen. Que son una mierda, nadie lo pone en duda. Que cuesta un mundo moverlos, no deja de ser cierto.

No obstante, lo que me cuestiona es lo poco que se habla de nuestro rol como sujetos de cambio. He visto a personas señalar la minería y comprar oro, criticar el cambio climático y manejar SUVs, lamentarse por el despilfarro y reventar la tarjeta en centros comerciales.
Por eso hoy te pregunto ¿qué haces tú, o qué dejas de hacer?
No es un señalamiento. No soy perfecta y me reconozco parte del problema. Sin embargo, tengo esperanza en que también puedo ser parte de la solución.
Estamos viviendo un momento crítico, social y ecológicamente. Ya no podemos seguir procrastinando, estamos contra el reloj. No podemos seguir esperando a que las transnacionales, los gobiernos y las organizaciones internacionales se pongan de acuerdo y solucionen los problemas. No somos poderosos, pero somos la mayoría. No subestimemos el impacto que nuestras acciones como individuos tienen a nivel global.

En nuestras manos está decidir qué consumir y cuánto. Piensa en las pequeñas cosas que realizas día a día.
¿Utilizas tu vehículo aún si no es necesario, por la pereza de caminar?
¿Cuánta agua usas para bañarte? ¿y para la limpieza de tu casa?
¿Has capturado o comprado algún animal exótico como mascota?
¿Dejas enchufados los cargadores de celular?
¿Compras más comida de la que realmente consumes? ¿La dejas arruinarse en el refrigerador?
¿Adquieres cosas porque las necesitas, o por satisfacer caprichos?
¿Dejas las luces encendidas cuando no las estás usando?
¿Tiras cosas que todavía sirven sólo porque ya no son “modernas”?
¿Cuánta carne consumes? (producir una hamburguesa, genera la misma cantidad de gases invernadero que manejar un coche de 1.3 toneladas por casi 16 kilómetros)

Puede que Copenhague resulte ser más de lo mismo, pero tu esfuerzo puede cambiar las cosas. He etiquetado y enviado este sencillo post a casi 100 personas. ¿Qué pasaría si cada uno pusiese lo mejor de su parte?

No sé tú, pero yo quiero que mis sobrinos, mis alumn@s y todos los niños que vienen después de mí disfruten del aire puro, que puedan subirse a los árboles y nadar en los ríos. Quiero que aprecien la diversidad de seres que habitan la Tierra y que aprendan que todos, por diferentes que parezcamos, formamos parte de una sola realidad.

¿Qué deseas tú para ellos? ¿Qué vas a hacer por su futuro?

domingo, 8 de noviembre de 2009

iiindustrial



Presento mi nuevo piercing, recién hecho el 19 de octubre :D

martes, 25 de agosto de 2009

Guatemala de mis Dolores


A veces simplemente quisiera huir del país y olvidarme para siempre de su existencia. Pero Guatemala tiene un no se qué que me amarra y que me hechiza, aún con sus ojos de niño hambriento, su violencia desgarradora y su amarga historia.
Pienso que muchos chapines mantenemos con nuestro país esa relación de amor-odio. Esa desesperanza y esa melancolía de las que a veces nos olvidamos, de las que ocasionalmente huimos, pero qué se puede hacer. A las compañeras constantes parece que se les termina tomando cariño.